Un plato de sopa caliente puede hacer maravillas para tu intestino, especialmente si está hecha con verduras fáciles de digerir como calabacín y puerro. Esta cremosa sopa de calabacín y puerro es ligera, reconfortante y repleta de ingredientes antiinflamatorios. Es naturalmente cremosa, no contiene lácteos y favorece la digestión gracias a su fibra, antioxidantes y potasio. Perfecta para una limpieza suave o para nutrirse después de ella.
Estadísticas rápidas de la receta
Tiempo de preparación: 10 minutos
Tiempo de cocción: 20 minutos
Tiempo total: 30 minutos
Sirve: 2
El mejor momento para comer: el almuerzo
Combina con: Paquete de reajuste corporal total Zenita Naturals

Ingredientes
- 1 cucharada de aceite de oliva
- 2 puerros medianos (solo las partes blancas y verde claro), cortados en rodajas
- 2 calabacines medianos, picados
- 2 dientes de ajo picados
- 1 papa pequeña (o 1/2 taza de frijoles blancos cocidos para una opción más ligera)
- 3 tazas de caldo de verduras
- 1/2 cucharadita de tomillo seco
- Sal y pimienta al gusto
- 1 cucharada de jugo de limón
- Opcional: 1/4 taza de leche de coco enlatada para mayor cremosidad.
- Aderezos: eneldo fresco, pimienta negra, un chorrito de aceite de oliva.
Instrucciones
- En una olla grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio. Saltea los puerros y el ajo durante 5-7 minutos hasta que se ablanden.
- Añade calabacín picado, patata o judías verdes, tomillo, sal y pimienta. Remueve bien.
- Vierta el caldo de verduras y deje que hierva. Reduzca el fuego y cocine a fuego lento durante 15-20 minutos, o hasta que las verduras estén tiernas.
- Retire del fuego. Licúe con una licuadora de inmersión o con una licuadora de alta velocidad hasta obtener una mezcla suave y cremosa.
- Incorpore el jugo de limón y la leche de coco (si la usa). Pruebe y ajuste la sazón.
- Servir caliente con un chorrito de aceite de oliva y espolvoreado con hierbas frescas.
Por qué esta receta favorece la salud intestinal de forma natural
- El calabacín tiene un alto contenido de fibra soluble y agua, lo que ayuda a la digestión y promueve la regularidad.
- Los puerros actúan como prebióticos, alimentando las bacterias intestinales beneficiosas.
- El ajo y el tomillo tienen propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias.
- Las patatas o los frijoles blancos aportan almidón resistente suave que favorece la salud del colon.
- La leche de coco contiene grasas saludables que son fácilmente digeribles y alivian el tracto gastrointestinal.
- Sin lácteos, sin gluten y ligero: ideal para la recuperación posterior a la limpieza o como apoyo intestinal diario.